Actuar a Tiempo Porque Nunca es Tarde
Era el atardecer. El rabino caminaba lentamente. Pasó junto a una ventana, detrás de la cual un zapatero remendón, a la luz da una vela trabajaba.
De repente, entró su esposa y le dijo que dejara el trabajo, porque ya era muy tarde.
El viejo zapatero contestó: -Mientras arde la vela, aún se puede hacer algo.
El rabino oyó la respuesta y se quedó reflexionando.
A la mañana siguiente le dijo a sus discípulos: -Ayer aprendí una gran lección de un humilde zapatero. "Mientras arde la vela aún se puede hacer algo". Se trata de la vela de la vida: mientras hay vida, nunca es tarde.
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